Saturday, May 21, 2011

Papás del mundo, por favor DEJEN de traumatizar (accidentalmente o no) a sus hijos.


Para mí es demasiado sorprendente cómo, desde el principio de lo tiempos, tantos padres y madres, de tantas culturas y sociedades alrededor del mundo; tienen ésa extrema obsesión de estar tocando, cortando, manoseando, jaloneando, forzando... o metiéndose de cualquier manera con los genitales infantiles.
  • Circuncisión masculina
  • Lo que hacen éstos rabinos después de la circuncisión masculina y que es indescriptiblemente pervertido: http://www.come-and-hear.com/editor/br_4.html (sí, gente, éso hacen muchos rabinos: después de que despellejaron el pene del bebé, lo chupan con sus bocotas asquerosas, "para detener la sangre").
  • Castración de niños para los coros de la Iglesia
  • Infibulación masculina
  • Sub-incisión masculina
  • Mutilación genital femenina, en al menos cuatro formas distintas:
  • Tipo 1: Amputación del capuchón del clítoris
  • Tipo 2: Amputación del clítoris entero
  • Tipo 3: Amputación del clítoris entero y los labios menores
  • Tipo 4, o infibulación femenina: amputación del clítoris entero, labios menores y labios mayores y suturación de la vagina
  • O también, por qué no, lo que propuso Kellog, el señor del cereal: para los varoncitos, circuncisión, y para las damitas, ácido carbólico en el clítoris. Ésto para evitar que se masturbaran, ambos dos sexos. (http://www.circumstitions.com/Kellogg.html)


¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?... De verdad, no entiendo.
De verdad es difícil entender la obsesión que tienen muchísimas culturas del mundo con ése constante meter mano; de muy variadas maneras, con grados variables de daño y mutilación y trauma; en las partes privadas de sus niños. ¿Por qué?...


El tema me va a dar para una tesis doctoral, pero hoy el punto no es ése.

Es fácil criticar las costumbres de una cultura ajena a nuestro país, o nuestro continente. Fácil levantarse en armas intelectuales a favor de los "derechos humanos", en contra de los rituales que tiene la gente de otro color, que habla otro idioma. Facilísimo pararse, como dicen los gringos "sobre una caja de jabón", y ponerse a dar discursos acerca de cómo las otras sociedades traumatizan a sus infantes.


Lo que tal vez no sea tan sencillo, es preguntarnos si en nuestras culturas pasan cosas parecidas.


Irónicamente, a nosotros los activistas nos pueden llegar a llamar "obsesivos" o "perversos"; por hablar acerca de que a los genitales de los niños de cualquier sexo, se les tiene que dejar en paz y no estar manoseando, ni cortando, ni prensando, ni tironeando. Imagínense cómo tendremos que llamar a toda ésa gente que aboga por sí cortar, manosear, prensar y tironear las partes nobles de niños y niñas. Ugh.


Desde que me ocupo del tema de la mutilación genital masculina y femenina, he estado teniendo acceso a testimonios y materiales asombrosos. Muchísimos hombres viven el hecho de haber sido circuncidados como un trauma. Otros no fueron circuncidados nunca, sin embargo, también viven con un trauma.

Y es que la retracción forzada del prepucio también hace MUCHÍSIMO daño, es increíblemente dolorosa para el bebé o niño, no debe hacerse, y sí, también puede ser la fuente de un trauma muy doloroso.

También hay mujeres traumatizadas, desde luego; ya sea por los manoseos o mutilaciones que vivieron ellas mismas, o por lo que vieron vivir a sus hijos, hermanos, esposos...



Muchos de estos testimonios vienen de hombres que han exigido (y con toda razón), permanecer anónimos.

Tenemos testimonios de hombres y mujeres que, cuando han decidido abrir sus corazones y escribir confiadamente las cosas que les han sucedido, nos han contado:

(nota: muchas de éstas citas las haré de manera no textual, o de plano cambiaré todas las palabras, porque hasta ése punto nos han exigido algunos su anonimidad)

  • Que lleva varios años visitando a un psiquiatra, porque desde que llegó al mundo, el pediatra le ordenó a su madre que debía separarle el prepucio a la fuerza, para evitar "operarlo". Y el recuerdo más vívido y traumático que tiene de su infancia, es el de su madre tocándole diario el pene para separarle la piel a la fuerza, con muchísimo dolor.
  • Que todavía recuerda cómo, a los seis años de edad, el doctor le amarró las manos para que se aguantara mientras le inyectaban anestesia en el pene, antes de circuncidarlo.
  • Que lleva toda su vida (cincuenta y tantos años de edad) luchando contra el trauma que comenzó cuando descubrió que le habían cortado el clítoris de pequeña. Por cierto, éste es el testimonio de una mujer nacida en Kansas, de padres norteamericanos, cristiana, angloparlante, y blanca como la leche. Se llama Patricia Robinett, y quiere que te enteres de que la mutilación genital femenina también se hacía en Estados Unidos en los años cincuenta: http://www.amazon.com/Rape-Innocence-genital-mutilation-circumcision/dp/187841111X/ref=ntt_at_ep_dpt_1
The Rape of Innocence: female genital mutilation and circumcision in the USA

  • Que su madre le causó un trauma espectacular con éso. Desde que era muy pequeño, ella estuvo obsesionada con que ya debía "descapullarse" (retraer a la fuerza el prepucio, para dejar al descubierto el glande. Vaya con las palabras que se inventa la gente), y le ocasionó un verdadero trauma sexual. Durante toda la infancia, no lo dejó en paz, diario volaban las manos maternas hacia su pene, jaloneando y forzando, de modo que él hoy en día visita un psiquiatra y no ha podido tener relaciones sexuales normales (a sus casi treinta años). El pediatra había ordenado "hacerle ejercicios, para poder limpiarlo bien".
  • Que recuerda cómo, detrás de una tela, para que no pudiera ver cómo lo operaban, los doctores aplicaron gasas, untaron líquidos, cortaron... Finalmente, el sonriente doctor le mostró su prepucio amputado mientras decía "¿Verdad que no necesitas ésto para nada?", antes de hacerlo volar hacia el basurero. Creyó que era un castigo momentáneo y que después "se lo devolverían", pero lógicamente éso nunca sucedió. "Tal vez es porque mamá quería otra niña", pensó el chiquillo. Durante muchos años tuvo la sensación de que lo habían acosado o violado.
  • Que a ella le dijo el pediatra que, si no le hacía esta tortura a su bebé todos los días, "para limpiarlo correctamente", entonces necesitarían "sin lugar a dudas", hacerle la circuncisión. Ella siente que no tiene ningún sentido éso de que para limpiar a un varón sea necesario lastimarlo, pero siente que debe obedecer al pediatra.
  • O nada como aquélla mamá mexicana, que me platicó cómo hacía exactamente lo mismo con su niño, los famosos ejercicios de retracción forzada. Algo así como: "Pues sí, mi esposo le hace diario los ejercicios después de bañarlo. Se siente raro, porque a veces yo paso a su lado y lo veo, mi niño está teniendo una erección mientras su papá le hace los ejercicios. Creo que es como si lo masturbara, pero es una masturbación permitida, me imagino". Al poco tiempo me pregunta: "Oye, pero, ¿y qué le digo a mi hijo si un día me pregunta por qué su pene se erecta cuando le hacen los ejercicios?", mientras yo diplomáticamente me guardo la respuesta para mis adentros: "No sé, hermana, podrías decirle la verdad, podrías decirle que es porque su papá lo está masturbando". Y podrías, de una vez, ir ahorrando para pagar ésas caras, caras sesiones de terapia; en donde él tendrá que ponerse frente a un psiquiatra y decirle que tenía erecciones a los tres años de edad mientras su papá le agarraba el pene.
  • Que en cuanto él y sus padres llegaron a Estados Unidos desde su natal Nueva Zelanda, cuando él tenía unos cinco años de edad, a sus padres les vendieron la idea de circuncidar al niño "para hacerlo más norteamericano". Y así lo hizo un cirujano, sin ninguna anestesia. Sólo recuerda cómo se metió debajo de la cama y no salió en varios días. Bienvenido a América, hombrecito.
  • "A mí me mutilaron a los 5 años... a pesar de las recomendaciones contrarias de dos médicos mi padre insistió en que debían hacerlo... claro... él también está mutilado. Y mi madre... pues mi madre es como muchas otras mujeres mexicanas: carece del valor para enfrentar a su marido, y a pesar de que ninguno de sus hermanos había padecido esta tortura, no se le opuso, pues "él ha de saber más de esto". Aún recuerdo que, al despertar de la anestesia, no paraba de llorar. Al salir de la carnicería me regalaron una paleta payaso, como compensación por "ser tan valiente". Eso valían mi prepucio, sus miles de terminaciones nerviosas, la mitad de mi frenillo y el bienestar de mi glande: una pinche paleta payaso. Ahora tengo 33 años; por más que lo intento, no he podido perdonar a mis padres por esta terrible agresión contra mi integridad física, psicológica y emocional. Siento además una malsana envidia por los hombres intactos de las películas porno y sus penes perfectos. Sin haber sido especialmente constante, desde hace algunos años he probado técnicas de restauración del prepucio, con mediano éxito... si hace calor y estoy sentado, últimamente la mitad de mi glande se cubre. Seguiré trabajando en ello. Cuando logre cubrirlo por completo aún teniendo una erección, quizás pueda perdonarlos". Ésto nos lo escribe Manuel desde el D.F.

  • Que en su natal Sudáfrica, cuando era pequeño lo dejaron por algunas semanas en una casa de cuidados infantiles, donde una niña chica lo asustó diciéndole que sus padres nunca regresarían por él. De la angustia, ensució la cama por varios días, hasta que una niñera furiosa decidió castigarlo abusando de él genitalmente - su prepucio no se había retraído aún, y ella lo hizo a la fuerza, con un solo tirón. El niño sólo vio cómo la sangre corría en la regadera. Ésta historia sí es pública, y está aquí: http://www.thewholenetwork.org/3/post/2011/02/a-childs-cry.html ("A Child´s Cry"). Más adelante empieza a comentar cómo ése simple acto de violencia le causó problemas sexuales físicos durante toda su vida, pues su piel perdió elasticidad y finalmente, ya como adulto, tuvo que ser circuncidado de emergencia tras una crisis de balanitis (piel que se queda atorada y corta la circulación del miembro).
  • Que la ciencia médica muestra cómo la retracción forzada puede causar infecciones, adhesiones, irritación, bloqueo uretral, cicatrización, más y más inelasticidad de la piel (o sea que es contraproducente), erecciones dolorosas, laceraciones, dolor fuertísimo (pues la piel está pegada, y aún no está lista para retraerse), y veinticuatro mil otros problemas que pueden llevar a un médico ignorante (o aprovechado) a recomendar la circuncisión "de una buena vez"... Cuando en realidad jamás habría sido necesaria si se hubiera dejado al niño en paz. Y visiten la fuente: http://www.drmomma.org/2009/09/only-clean-what-is-seen-reversing.html
  • Que su madre le gritaba cosas para que "ya de una vez" dejara el glande al descubierto, como había mandado el pediatra. "¡Que si no te tienen que operar!", mientras ella le cogía el pene y él sentía que lo estaban destripando porque nunca en su vida había visto un glande descubierto. Que el conflicto emocional era insoportable. Entre más jaloneaban, más inelástica se hacía la piel, y su madre intentaba un recurso alternativo: animarlo a que lo intentara porque "le iba a gustar". A veces la madre pedía colaboración y lo sujetaban entre dos o más personas, para que no saliera corriendo. Señoras del mundo, ¿hace falta un curso para darse cuenta de que ésa es manera genial de volver loca a una criatura? ¿Hace falta un croquis para imaginar que éstos traumas se enraizan en la mente?... En sus propias palabras; él sólo asocia su área genital con el dolor y el odio.
  • O qué decir de uno de los casos más extremos que se conocen: David Reimer. ¿Lo recuerdan?... El de la pistola electro-cauterizante. El que se suicidó después de años de depresión severa por descubrir que en realidad él no era una niña, que había nacido como varón, pero después de una circuncisión malograda, le destruyeron el pene. Fue criado como niña sin sentirse una, luego se enteró de la verdad y se operó para volver a ser hombre, pero entre tanta depresión y trauma terminó por suicidarse.
  • Que ella no quería hacerle circuncisión a su bebé, pero su esposo (circuncidado) insistía y no escuchaba razones. Ella se había informado bastante, su posición era que no; pero el marido, entre más se hablaba del tema, más se ponía a la defensiva - pues no podía concebir la idea de que su propio pene circuncidado fuera algo menos que perfecto. No le cabía en la cabeza la idea de que, si él era un hombre normal, otro hombre con más anatomía sexual que él, también fuera normal. Insistía furiosamente en que la circuncisión estaba bien, "si a mí me pasó, es porque está bien", así que al bebé se le debe hacer también. Éso se llama negación. La escena más impactante fue ver a su marido acostado en posición fetal, con una almohada apretada contra los genitales, llorando, y exigiendo que al niño había que operarlo. "Para mí era como ver una terapia de regresión... estaba viendo a mi marido revivir el dolor de su propia circuncisión. Su cuerpo arqueado en autodefensa. Suplicando emocionalmente, que se le pusiera fin a su dolor, rogando una solución... y la solución era operar al bebé. Para finalmente sentir que la circuncisión es buena. Sólo así podría convencerse a sí mismo, de que ésto es bueno hacérselo a los bebés - a los hombres".
Picture



Papás del mundo.
Mamás del mundo.
Doctores del mundo.
Por favor.
¡Por favor!
Fuera manos.
¡Fuera manos!

Sólo necesitan lavar lo que se ve. Es todo.

No es necesario jalonear, pinchar, cortar, distender, tironear, meter dedos, prensar con pinzas ni inyectar los genitales de los niños.
Ni de las niñas tampoco.

Sólo es necesaria agua y un poco de jabón.
De preferencia, jabón neutro.

Dejen de masturbar a sus hijos.
Atrévanse a romper la tradición de la mutilación genital, si es que existe en sus familias.

Ya sé que suena horrible, pero si un pediatra les mandó a hacer "ejercicios" en el pene de su bebé, ése pediatra necesita actualizarse, los "ejercicios" no son necesarios, y como bien se daba cuenta la mamá de allá arriba, no es más que una masturbación.

¡Basta de traumatizar niños!


Tuesday, April 19, 2011

¡Terminemos con las campañas de "Lo Mejor"!

Sunday, February 6, 2011

El dolor de la circuncisión: ¿En realidad resulta “breve”?

Uno de los pretextos más trillados que padres y doctores todavía utilizar para decidir amputar de manera innecesaria el prepucio sano de un niño varón; es el doble argumento (falso, desde luego) atribuido al dolor.

En primer lugar, existe el consenso general de que el dolor que siente el bebé es un dolor despreciable, puesto que “no es recordado” (gran mito).

Y eso cuando no se comete la barbaridad, todavía recurrente, de atreverse a decir que el recién nacido o bebé “ni siquiera puede sentir dolor, puesto que sus terminales nerviosas no están desarrolladas aún”, o algo así. ¡Fuertes declaraciones!... Diablos, gente, si tan sólo nos pusiéramos a repetir despacio semejante atrocidad. Repítanla conmigo tres veces. Despacio. El recién nacido no puede sentir dolor. El-recién-nacido-no-puede-sentir-dolor. El-re-cién-na-ci-do-no-pue-de-sen-tir-do-lor; y por lo tanto, es perfectamente ético, incluso benéfico, que yo lo golpee, jale de los cabellos si es que nació con algunos, pise los deditos, queme con un cigarro o bien, en el nombre sea de su salud (o quizá de Jehová), lo amarre a una plancha médica causándole pavor, y proceda a amputarle una parte de los genitales. Y sin anestesia, como hacen todavía muchos doctores; al fin y al cabo éste pequeño ente llorón y biológicamente subdesarrollado “no puede sentir dolor”.


Una cosa es decir que no siente dolor y otra cosa decir que no recordará ese dolor. Ambas son falsas, desde luego. Dolorosas, desolladoras, sangrante y cortantemente falsas. Desearía no tener que recurrir a los links que dicen más que mil palabras; pero por favor, que alguien vea esto y ose seguir afirmando que los recién nacidos no sienten dolor:

Todos ellos lo sienten…

http://www.youtube.com/watch?v=hW1a9VUu4i4

También él:

http://www.youtube.com/watch?v=UAGNnqyNidY

Y éste otro:

http://www.youtube.com/watch?v=uTB_tlKpPuY


Una vez que éste punto quedó claro, pasemos a lo del recuerdo. Deseo que la psicología y psiquiatría sigan evolucionando a un ritmo veloz y que por fin la gente entienda que, aunque no todas nuestras experiencias las recordemos conscientemente, *TODAS* ellas nos afectan de una u otra manera. Sí, incluso desde antes de nacer. El dolor en los bebés no es despreciable. ¡Nunca lo ha sido!... El dolor, en los recién nacidos, puede resultar mucho más trascendente que en un niño, joven o adulto. Esto es por la simple razón de que el bebé todavía no puede racionalizar el dolor que siente, no puede ponerle nombre, no puede articularlo, no puede reflexionar sobre sus orígenes, no tiene ni idea quién se lo causa, ni cómo lo puede evitar. Y ésa es la diferencia entre el dolor y el trauma. Una chica que se quiere perforar las orejas sabe que le dolerá, pero puede reconocer la causa del dolor, racionalizarlo, medirlo y enfrentarlo como sacrificio a cambio de algo positivo: a cambio de usar aretes. Un niño de dos años se machuca un dedito con la puerta y llora, está muy molesto; pero ya puede empezar a entender que su dolor tuvo una causa, y que esa causa es evitable. Un bebé no puede hacer nada de esto, y ésa es la diferencia entre dolor y trauma. Para el bebé de pocos días o semanas de vida, cualquier dolor es traumático porque él no podrá identificar ni causas, ni consecuencias, ni manera de evitarlo, ni racionalizar ni entender por qué. Lo que es más; cualquier dolor que sienta un bebé va a ser un "primer dolor": debe ser terrorífico para él. Además, su mundo se reduce a su madre y nada más. Cualquier dolor traumático, él inmediatamente lo asociará con su madre; la única persona a la que conoce. El niño preescolar que se cae de la escalera siente dolor, pero no le resulta traumatizante porque al menos ya sabe lo que es la escalera y lo que es caerse. También aprenderá a no caerse.



Hoy en día las mamás, desde que se enteran de su embarazo, andan haciendo ejercicios especiales, escuchando música suave o recurriendo a Mozart con la esperanza de que estire un poco el I.Q. del futuro hijo, a quien por supuesto le hablará; una vez que nace está concentrada en ésta u otra terapia, éste o aquél masaje, la estimulación temprana… si allí pueden darse cuenta y consecuentar la idea de que ésas experiencias tempranas afectan a su bebé, ¿cómo es que cuando se trata de la amputación genital de pronto olvidan ésa sabiduría?... ¿Cómo sucedió que le compraron a un doctor interesado (o desinformado) la idea de que su bebé no sentiría nada si le despellejaran, sin anestesia, la parte más sensible del cuerpo?...

Ahora movámonos a la idea principal de éste mini-estudio.

Primero, un disclaimer. Quiero dejar muy claro que la circuncisión masculina hoy en día es reconocida por muchos grupos como una mutilación genital, que le hace al niño (y al hombre en que se convierte) mucho más daño que cualquier potencial “beneficio”. Es un acto completamente antiético el tomar a un varón sano, de la edad que sea, desde dos horas hasta cien años de vida, y amputarle por la fuerza una parte sana y útil de su anatomía. Pero esto sería igual aún cuando la circuncisión no doliera en lo absoluto. Incluso si el dolor fuera un elemento completamente ajeno al tema, si jamás ningún niño ni bebé sintiera de verdad ningún dolor al ser circuncidado, aún así sería una violación de sus derechos humanos fundamentales. Amputar una parte del cuerpo innecesariamente hace daño, y afecta. Independientemente de si le dolió o no. Desearía no tener que obviar esto; pero hacer daño está mal, aunque no haya dolor. Violar a una mujer que no puede sentir dolor porque está drogada… ¿estaría bien, o estaría mal?

Una vez negada esa responsabilidad; volvamos a éste lugar llamado “realidad”, en donde hacer una circuncisión sí duele, y desde luego que duele muchísimo. Esto nos trae de regreso al primer párrafo: el doble pretexto que se da a menudo para hacer esta amputación es, primero, que el dolor que siente el niño es despreciable puesto que no será recordado, y además, “que es muy breve”.

Parece que ya olvidamos el principio fundamental del tiempo relativo a nuestras edades. ¿Dónde quedó aquello de “lo rápido que pasa el tiempo” conforme crecemos? ¿Es que lo hemos olvidado?...

El tiempo parece correr más rápido mientras crecemos. Éste es un principio tan simple que cualquiera de nosotros lo ha notado, y puede comprender la razón con matemáticas elementales: mientras más años vivimos, menos tiempo de nuestra vida representa cada año, proporcionalmente. Un año parece un tiempo inconmensurablemente largo cuando sólo hemos vivido cuatro; pero se pasa en un suspiro cuando ya hemos visto pasar sesenta. Cada año de tu vida parece más corto porque cada uno de ellos va representando una porción menor de lo que has vivido. Cuando vas en la primaria, el horario escolar se siente interminable, mientras que en la universidad resulta cortísimo. Cuando sólo has vivido algunas horas, pues cada hora es para ti como un cuarto de siglo para el abuelo. Y si eres un recién nacido, básicamente estás atrapado en un eterno “éste instante”.

Lo cual nos trae a darnos cuenta de que, para un recién nacido, la experiencia dolorosa no solamente es traumática porque no se la puede explicar, sino que además resulta interminable, en su percepción de las cosas.

Hagamos un cálculo de proporciones. Simples proporciones.

Comparemos la longitud, proporcional al tiempo de vida, de lo que dura una operación de quince minutos (la duración de la circuncisión típica), para un bebé de dos días, extrapolándolo como si fuera un adulto de, digamos, treinta años.

El adulto ha vivido 30 años, que equivalen a aproximadamente 10,950 días (calculado el año con 365 días), o sea 262,800 horas, o sea 15,768,000 minutos. Bueno. Un dolor intenso de quince minutos sólo representa, para él, el 0.000095% de su vida. Manejable, supongo.

Pero un bebé de dos días tan sólo ha vivido 48 horas, y un gran total de 2,880 minutos. Soportar un desgarramiento genital durante quince de ellos, equivale al 0.52% de su vida.

¿Todavía suena chiquito? ¿Un numeritito?... Vamos a ver qué pasa si a un adulto de treinta años le pidiéramos que soportara un dolor inaguantablemente intenso durante el 0.52% de su vida.

Le estaríamos pidiendo que soportara un dolor con duración de… 81,993.60 minutos, o sea, 1,366.56 horas, o sea 56.94 días. ¿Hay algún voluntario que se anime a sentir cuchillos y prensadoras en su pene durante casi cincuenta y siete días?... ¡Vamos, que se trata de una operación bien rápida y sencillita!




Video: esto durante cincuenta y siete días, con sus noches. ¿O qué no te atreves?

OK, pongamos que el niño no tiene dos días sino ocho, la edad a la que se debe circuncidar a los niños judíos. Y tan sólo por considerar otros argumentos, pongamos que la operación no dura quince minutos, sino cinco. Dicen que los “mohels” mutilan un poco más rápido.

Le estamos pidiendo que aguante un dolor durante el tiempo equivalente al 0.043% de su vida. Para el adulto de treinta años, sería como aguantar el bisturí (sin anestesia, no puedo subrayarlo demasiadas veces) durante 113 horas, ¡ya nada más 4.7 días con sus noches!... ¡Mucho mejor!

Una tortura que dura cuatro días con dieciséis horas, sin descanso, es una práctica digna de las guerras más atroces. Perdón por señalarlo.

¿Y si el bebé tiene seis meses?... OK, quince minutos son para él un 0.0057% de la vida. Lo que para un adulto de treinta años sería como un desollamiento de catorce horas.

¿Cuál es, sin embargo, la conclusión correcta?... La conclusión no es que hay que esperar más tiempo antes de hacer una amputación forzosa, innecesaria, dolorosa y dañina. La conclusión es que no hay que hacerla nunca, punto; y menos sin el consentimiento informado del dueño del cuerpo.

Pero ésa falacia de que “cuanto antes mejor, porque el bebé no lo recordará y es muy breve”, ya deberíamos ir usando el cerebro para darnos cuenta de lo volteada que está. Al contrario: cortar los órganos genitales de un bebé que ni siquiera puede entender lo que le está pasando, y que además es un dolor que proporcionalmente representa para él un tiempo grotescamente largo, es bastante más perverso, dañino y cruel.


Sunday, November 28, 2010

Publicado en el Universal, México: "La Circuncisión: ¿Mutilación Necesaria?"

Es un placer haber descubierto, hace algunos meses, la publicación de éste artículo en el prestigioso periódico mexicano "El Universal".

Un artículo que, si bien aún contiene restos de todos ésos mitos populares que se utilizan hasta el día de hoy para justificar la mutilación genital; también tiene mucha información muy adecuada y veraz.

El simple hecho de que mencionen la palabra "mutilación" ya es un avance; aunque está claro que el título no tiene mucho sentido: ninguna mutilación puede llegar a ser "necesaria" para todo el mundo, o para mucha gente, sin que exista previamente un serio problema de salud que ponga en riesgo la vida.

Si la circuncisión fuera "necesaria", entonces los hombres no nacerían con prepucio. Simple.



Pueden darle "click" a la imagen para intentar agrandarla... Pero no estoy segura de que funcione.
:D


Me dio tanto gusto ver publicado éste tipo de información en México, que me tomé la molestia de escribirle un correo electrónico a la autora, Cinthya Sánchez. A la fecha no he recibido respuesta suya, pero si alguien la conoce, al menos pueden decirle que la felicito por el artículo.
Ésta fue mi carta:


Buenas tardes Cinthya,

Espero que te encuentres muy bien. Te escribo a propósito de tu artículo publicado recientemente en El Universal acerca de la circuncisión masculina. ¡¡Es excelente!!... Y antes que nada, quiero agradecerte el publicar algo así.
Urge en México más información como ésta.

A continuación, te pregunto: ¿por qué lo publicaste? ¿Fue una iniciativa tuya?

Verdaderamente, la práctica de la circuncisión masculina, sobre todo si se practica en menores de edad, es lamentable. Es un tema demasiado ignorado en México. Pocos doctores están bien informados acerca de los efectos dañinos y negativos de esta operación. Menos aún lo mencionan. Otros más, a pesar de que sí están informados, callan con tal de ganarse algunos pesos practicando esta mutilación innecesaria.

La circuncisión destruye más y causa más daños sexuales de los que nos imaginamos en un principio. Nos hacen creer que es una cosa bastante inofensiva, ¡pero vaya que no lo es!


Sucede que yo soy la representante, para nuestro país, de la organización internacional NOCIRC. Al hacer tu artículo probablemente oíste hablar de nosotros. La organización está basada en Estados Unidos, pero yo la represento para México. Ésta es la página de la organización: http://www.nocirc.org/,
y en el apartado de "Centros Regionales" podrás encontrar mi nombre.

En México, claro está, la circuncisión masculina nunca logró volverse tan popular como en Estados Unidos... Sin embargo,existe y es bastante común en ciudades grandes y entre las clases más acomodadas (especialmente y sobre todo, el D.F., Guadalajara y Monterrey). También, es una operación que goza de cierta "buena fama": la gente sigue creyendo mitos comunes como que favorece la higiene, que previene las enfermedades de transmisión sexual, o sencillamente que es más "estético".
Y parecemos no darnos cuenta de que éso debería ser, por lo menos, un delito ético y moral: imponer nuestro criterio estético de manera irrevocable en un menor de edad!!!... Lamentable. Muchos hombres crecen sin saber realmente lo que les fue quitado. Si lo supieran, estarían francamente disgustados de que se les haya practicado una circuncisión.

Por mucho que se le disfrace, es una cirugía amputativa, que se deshace para siempre de una parte sana, funcional y útil del cuerpo masculino: el prepucio. Si te fijas, es la única parte del cuerpo que la gente elige amputarse de manera casi rutinaria y por cualquier débil pretexto: infección, inflamación, estrechez... ¿acaso le aplicaríamos ése criterio a cualquier otra parte del cuerpo: dedos, apéndice, pies, orejas...?
¿Por qué con el resto de nuestro cuerpo, sí respetamos, y reservamos la amputación sólo para casos realmente graves?... Ni siquiera el apéndice nos lo quitamos de rutina o porque a nuestros papás se les antoje.

Luego están los mitos de higiene y salud. Como si realmente la Naturaleza hubiera cometido un "error" que nosotros debemos "corregir" mediante cirugía. Parece que no nos damos cuenta de que cada parte del cuerpo, está ahí por una buena razón.


En tu artículo mencionas puntos excelentes que casi ningún pediatra o neonatólogo toca:


  • Reducción de la satisfacción sexual: ¡¡absolutamente cierto!!... Y es un tema al que vivimos completamente negados. La mayoría de hombres circuncisos simplemente se niegan a aceptar que ésta práctica pudo haberlos dañado en algún modo.... y mucho menos en su sexualidad. Pero ya existe en Internet un estudio sumamente completo y detallado acerca de cómo la circuncisión altera y destruye la mecánica sexual, con efectos negativos tanto para el hombre como para su compañera. Está expuesto en una página bastante explícita y gráfica... En donde mencionan incluso diez razones anatómicas distintas por las que el prepucio es necesario. El link te lo puedo pasar si me lo pides, porque de verdad que es sólo para mentes abiertas.

  • Fimosis: lo mencionas correctamente, todos los bebés del mundo nacen con fimosis, y la infancia es todavía demasiado pronto como para saber si realmente van a presentar algún problema. Sin embargo, siento que te faltó dar información acerca de los tratamientos alternativos que existen para la fimosis (estrechez del prepucio). Para tratar ése problema existen cremas de esteroides (que adelgazan la piel), o si éso no funciona, otras dos operaciones que no son circuncisión y que no consisten en amputar nada: la sinequiotomía (para distender la piel) o la prepucioplastia (en donde sólo hacen un cortecito pequeño, parecido a la episiotomía que se hace a las mujeres durante el parto), con el fin de liberar la piel estrecha y poder retraerla con facilidad, pero sin retirar nada de piel. Verdaderamente, al darnos cuenta de que existen por lo menos otras tres opciones de tratamiento, se hace evidente que en realidad ningún niño necesita una circuncisión. Quien la necesita es el doctor para poder ganarse un buen dinero, lucrando con la desinformación de los padres.

  • Circuncisión y SIDA: el gran fraude médico de nuestros tiempos. Promover la circuncisión contra el SIDA no nada más es falso y peligroso, también es poco ético. ¿Sabías que ésos supuestos "estudios" que afirman que la circuncisión reduce las posibilidades de contraer SIDA; están siendo fuertemente rebatidos por errores de método? ¿Sabías que Malawi (país con alta incidencia de VIH) ya declaró que no considerará a la circuncisión como estrategia contra el SIDA? ¿Sabías que en seis países africanos, entre ellos Swazilandia, los hombres circuncidados tienen de hecho más posibilidades de estar infectados con VIH? (¿Dónde estuvo la supuesta protección?... Aquí la fuente: http://www.times.co.sz/index.php?news=20909).



En verdad, el seguir promoviendo esta mutilación en nombre de algún supuesto "beneficio" médico, es antiético. Va en contra de cualquier juramento médico.

Sobre todo, es antiético para el niño. Nadie le está preguntando qué quiere hacer él con su pene. ¡Su cuerpo, su derecho!... Qué chistoso cómo valoramos muchísimo las "libertades" y las "decisiones propias" para todo... pero de alguna manera no respetamos el mismo derecho para los bebés varones. Y únicamente los varones. Nadie quiere amputar los genitales de las niñas, a pesar de que son más difíciles de limpiar y cuidar.


Finalmente, Cinthya, además de agradecerte mucho la publicación de tu artículo, quiero invitarte a visitar mi página particular, con mucha información en español: http://mexicointacto.blogspot.com/

Y por supuesto, acorde con la modernidad, puedes seguirnos en Facebook, sería un honor que nos visitaras allí: http://www.facebook.com/pages/Mexico-Intacto-NO-a-la-circuncision-infantil/160973357248161


Uno de nuestros principales servicios y actividades, es enviar paquetes de información impresos (que incluyen documentos académicos, folletos y un CD con documentales), a cualquier persona que nos lo pida y a cualquier parte de la República. ¿Te gustaría recibir uno? ¿A qué dirección te lo podemos mandar?
¿Conoces alguna futura mamá, futuro papá, o doctor a quien le puede servir conocer ésta información?...
Con toda confianza nosotros le podemos mandar un paquete!!!

Y claro, si te interesa más adelante pedirnos más información, documentos académicos, papeles, videos... Tenemos una infinidad de ellos. Si más adelante quieres o necesitas publicar más información en el Universal u otro medio, será un placer ayudarte con el tema.

¡Saludos y gracias!

Clara Franco
NOCIRC México - México Intacto

Sunday, November 21, 2010

Cuidado con el Falso Diagnóstico de Fimosis


Autora: Jennifer Coias, Activista pediátrica y Profesional de Salud

Traducción: Joseph Lewis y Clara Franco

Artículo original: http://www.drmomma.org/2010/01/phony-phimosis-diagnosis.html

Estoy escribiendo este artículo porque, probablemente, es una de las ideas falsas que me encuentro con mayor frecuencia. Parece que todo mundo conoce a algún niño u hombre que “tuvo” que ser circuncidado debido a un prepucio estrecho, condición conocida como fimosis. Cuando la gente oye estas historias, la mayoría ni siquiera cuestiona la validez del diagnóstico y del tratamiento, y simplemente lo aceptan como algo que “tenía que hacerse”. ¿Realmente será que tantos varones fueron diseñados con tan grave defecto de nacimiento; o se trata de una epidemia de diagnósticos falsos, cortesía de los profesionales médicos que son completamente ignorantes acerca del prepucio humano?

En este artículo, daré un vistazo al desarrollo del varón intacto, y explicaré por qué los diagnósticos de fimosis en niños y adolescentes son totalmente falsos y equivocados. Adicionalmente, explicaré qué es la verdadera fimosis, cómo es su tratamiento adecuado, y por qué nuestros doctores están tan confundidos.

El Desarrollo del Prepucio Humano

(“Prepucio” en los hombres/”capuchón del clítoris” en las mujeres)

En la primera infancia, el prepucio está firmemente adherido al glande (la cabeza) del pene. El tejido mismo es fibroso y denso a esta edad, y está compuesto por una circunvalación de fibras musculosas. La abertura del prepucio funciona como un esfínter, y sólo se abre para permitir el paso de la orina. Este diseño tiene funciones muy importantes:

-Protege al pene en desarrollo del contacto con heces, bacterias, y otros patógenos dañinos. Esto es especialmente importante durante los años de pañales, cuando el niño está continuamente expuesto a sus propias heces (e-coli, y otras bacterias y virus dañinos).

-Protege al glande en desarrollo; y previene su insensibilización, y su keratinización.

-Protege contra infecciones del tracto urinario.

Al crecer el niño, el prepucio se separa del glande. Esto puede tomar muchos años para algunos niños; y para otros, parece ocurrir de manera muy rápida. Durante o después del proceso de separación, puede haber una “mudanza” de células muertas de piel, en forma de esmegma (favor de notar que las mujeres y niñas también producen esmegma). Este derramamiento de células muertas ayuda a la separación, ya que ayuda al prepucio a diferenciarse del glande. No hay necesidad de tratar de limpiar el esmegma bajo el prepucio del niño. Solito saldrá fuera, a través de la angosta abertura. Una vez que el prepucio del niño está completamente diferenciado del glande, esto no es una indicación de que ya sea posible la retracción del prepucio.

La retracción del prepucio es una función aparte, diseñada específicamente para las relaciones sexuales y la masturbación. La retracción permite que el prepucio resbale suavemente sobre el glande del pene. Éste movimiento estimula terminales nerviosas que se encuentran tanto en el prepucio como en el glande. Para que pueda ocurrir la retracción, el prepucio deberá haberse separado del glande, y la abertura del prepucio deberá haberse estirado lo suficiente para dejar que el prepucio resbale fácilmente y se coloque detrás del glande. ¿Y cómo se agranda la abertura del prepucio? Durante la niñez y la adolescencia, hay una secreción de hormonas. Al subir los niveles de hormonas, los tejidos fibrosos y densos del prepucio son reemplazados con tejido más elástico. Un niño comenzará a explorar sus genitales al crecer; y con el paso del tiempo, el tejido elástico permitirá que la abertura del prepucio se ensanche. Esto puede ocurrir a cualquier edad, pero no es común en niños pequeños. De hecho, tan sólo el 50% de los niños pueden retraer su prepucio a los diez años de edad. El otro 50% usualmente llega a poder retraer su prepucio entre la edad de diez años y el fin de la pubertad.

Así que, ¿por qué todo el relajo acerca de la retracción?... Bueno, muchos padres temen que si un niño no puede retirar su prepucio, tendrá infecciones. Este miedo probablemente se derive, principalmente, de la mala información que les dan sus doctores; o de sus propias preocupaciones sobre la falta de higiene. Antes que nada, los padres deberían saber que no hay ninguna necesidad de limpiar debajo del prepucio de un niño. Como ya se ha mencionado, el esmegma producido no es nada más que un arrojamiento de células muertas. No es dañino, ni alberga bacterias. Tratar de limpiar bajo el prepucio de un niño pre-púber equivale a tratar de lavar dentro de la vagina de una niña. Es completamente innecesario, y de hecho es dañino. La retracción precoz puede introducir patógenos dañinos, perturba a la flora natural, crea tejido cicatricial, daña las estructuras delicadas, y puede resultar en complicaciones a largo plazo. En segundo lugar, los padres deberían saber que la retracción del prepucio no es una función necesaria durante la niñez. La retracción está específicamente diseñada para las relaciones sexuales. La única función que el pene de un niño necesita cumplir, es la de orinar. Es decir, que mientras un niño pueda orinar, entonces su pene está haciendo precisamente lo que necesita hacer.

El Diagnóstico Falso

Cuando un doctor diagnostica a un niño con “fimosis”, es porque él o ella no entiende el desarrollo normal del prepucio humano. Primeramente, para poder diagnosticar esta condición, el doctor necesitaría haber tratado de retraer el prepucio por la fuerza; o animado al niño a intentarlo él mismo. Esto es un error muy grande, por las razones ya mencionadas. Segundamente, no hay ninguna “fecha de caducidad” en el desarrollo de un prepucio retractable. Cada niño es único en ésta cuestión de cuándo los procesos de separación y ensanchamiento terminarán por completo. Así como cada niña comenzará la menstruación a su propio tiempo, cada niño experimentará la retracción de su prepucio en su debido momento. Dado que las hormonas juegan un papel importante en el cambio de la composición del tejido del prepucio, no es una anormalidad si el proceso aún no está completo al terminar la pubertad. Una vez que el prepucio del adolecente se vuelve retractable, el varón puede fácilmente deslizar el prepucio cuando se lava, enjuagarlo con agua, y colocarlo de nuevo sobre el glande. La mayoría de los hombres hacen esto naturalmente, al manipular sus genitales cuando se lavan. En caso de que el niño pueda retractar su prepucio antes de la pubertad, aún no hay necesidad de que se lave debajo del prepucio, al menos que él elija hacerlo. Si el adolescente aún no puede retraer su prepucio, entonces todavía no hay necesidad de preocuparse por limpiar debajo de él. Recuerden, es normal que la retracción tarde hasta después de la pubertad.



La Fimosis Verdadera

La verdadera fimosis ocurre cuando un hombre, ya pasado de la pubertad, no puede retraer el prepucio, o el prepucio llega a ser completamente irretractable; y siente molestias o dolor en la relación sexual. Un pequeño porcentaje de hombres (y de mujeres) tienen prepucios que nunca se retraen. Esto puede ser una variación normal, mientras no impida la actividad sexual. Si es que impide la actividad sexual, entonces el hombre debería buscar una opción de tratamiento conservadora. El 90% de los hombres que presentan esta rara condición, pueden corregir su problema con la aplicación de una crema de esteroides, y algunos ejercicios de estiramiento. La crema esteroidal imita los efectos de las hormonas de la pubertad, y permite al tejido volverse más elástico. El hombre usualmente se aplica la crema varias veces al día, y usa ejercicios manuales de estiramiento mientras se baña. Los hombres deberían tener cuidado con cualquier doctor que les recomiende la circuncisión antes de haber intentado un tratamiento más conservador.

Doctores malinformados:

Entonces, ¿por qué la mayoría de los doctores de nuestro país están tan confundidos, o son completamente ignorantes del desarrollo normal del prepucio humano? Esta pregunta tiene varias respuestas. Primero, si nos fijamos en las recomendaciones de la Academia Americana de Pediatría (AAP), no fue sino hasta la década de los 90´s que la AAP finalmente advirtió de los daños causados por la retracción forzada, y relató de manera completa el desarrollo del prepucio en el niño intacto. Antes de esta advertencia, la gente en general creía que los padres necesitaban retraer a la fuerza el prepucio de sus niños intactos "para limpiarlos." Como pueden imaginar, esto dio como resultado muchas complicaciones para los niños intactos; y resultó en muchas circuncisiones que fueron por completo innecesarias. En segundo lugar, hubo un estudio preliminar de aproximadamente 300 niños varones, para determinar la edad promedio de desarrollo del prepucio retractable. Este estudio concluyó que la mayoría de los niños tendrían prepucios totalmente retractables a los tres años de edad. Estos estudios obsoletos establecieron una “fecha de caducidad” en las mentes de los profesionales médicos. Pero un estudio subsecuente de miles de niños varones concluyó que, en realidad, sólo el 50% de los niños podían retractar el prepucio a los diez años de edad. Muchos doctores, desconocedores de estos estudios nuevos, todavía operan bajo la idea errónea de los primeros estudios. En tercer lugar, el desarrollo del prepucio intacto no se enseña en las escuelas de Medicina. No hay cátedra acerca de la composición del prepucio, cómo cambia durante la niñez, ni acerca de sus funciones protectoras y sensoriales. Esencialmente, lo único que los estudiantes de Medicina aprenden es cómo amputar el prepucio. Algunos estudiantes de medicina aprenden sobre la condición de “fimosis”, pero no aprenden que esto sólo puede aplicarse a hombres adultos, dado que los prepucios de los niños pequeños están diseñados para ser estrechos y adheridos al glande. La realidad es que la profesión médica estadounidense ha amputado tantos prepucios en este último siglo (Nota de la Traducción: y muchos doctores mexicanos y latinoamericanos han copiado ésta misma costumbre lamentable); que los doctores rara vez veían a un niño intacto, si no es que jamás lo vieron; y se han perdido los conocimientos básicos de diagnóstico y tratamiento. Ahora, los profesionales están trabajando en una burbuja de información obsoleta; o peor, en un ambiente lleno de información falsa. Conforme las tasas de circuncisión caen dramáticamente en estos últimos años, los niños intactos por todas partes están sufriendo las consecuencias de un establecimiento médico sumamente ignorante acerca del prepucio humano. Cada año, miles de niños intactos de la edad de dos años en adelante, son circuncidados innecesariamente, a manos de médicos mal informados. Educar a los padres, doctores y estudiantes médicos del futuro es un paso esencial para corregir este problema.

Si desea buscar más información sobre este tema, por favor revise las siguientes fuentes:


Folleto de NOCIRC en español sobre el cuidado del niño intacto:

http://www.nocirc.org/publish/4-Intact-Penis-spanish.pdf

Otros:

AAP Guidelines For the Care and Development of the Intact Male

Development of a Retractable Foreskin in a Child/Adolescent


Avoiding Circumcision after the Neonatal Period

Dangers of Forcible Retraction


Protect Your Intact Son, Expert Medical Advice

Answers to Your Questions About Your Intact Son


más trabajos de Jennifer Coias aquí:
The Nuts & Bolts of HIV in the U.S.A. and Why Circumcision Won't Protect Men


más acerca de cómo proteger a su niño intacto:

Only Clean What is Seen: Reversing the Epidemic of Forced Retraction

UTI/Medical Tests: Don't Retract

Doctors Opposing Circumcision Statement on Forced Retraction

How the foreskin protects from UTIs

Raising Intact Sons

Ask the Experts: Forced Retraction

Forced Retraction: Now what?

AAP statement on intact/retraction

Functions of the Foreskin


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