Sunday, July 4, 2010

¿Y qué diferencia hace para ÉL?

Intenten iniciar ésta conversación con cualquier persona que piense que un padre, o una madre, tiene el "derecho de decidir" hacerle una amputación genital a su hijo.

Y es que así suele ser, ¿no?... En nuestro país, en Estados Unidos, en buena parte del mundo Occidental y en el Medio Oriente y entre las principales religiones del mundo, impera la idea de que los genitales de un niño son propiedad de sus padres, para decidir alterarlos irreversiblemente.

La gente honestamente, auténticamente ha caído en el engaño de creer que, dado que la circuncisión masculina es "buena" o "necesaria", o en el mejor de los casos "irrelevante"; entonces los padres tienen el derecho de "decidirla" para sus hijos.


Jamás se nos ocurre que ésta decisión, por alterar el cuerpo masculino y alterar la sexualidad de una manera importante, le corresponde solamente al dueño del cuerpo. No. En verdad creemos que la decisión es del padre o de la madre o del seguro médico...




Pregúntenle a ésa persona: "Oye, y cuando un niño nace, ¿quién es el que decide hacerle la operación?... Hagan la pregunta de manera inocente, como si no supieran la respuesta.

Por supuesto, el individuo contestará que: "la mamá" o "el papá", o ambos, con toda lógica.

Después pregúntenle: "Oye, ¿pero y qué pasaría si un doctor decidiera operar al niño sin el consentimiento de los padres? ¿Estaría bien? ¿Sería ético?"

Lo más probable es que la persona se horrorice y diga algo, similar a lo que a mí me dijo en su momento la persona con quien tuve ésta conversación (que por cierto es una amiga cercana a quien quiero muchísimo, pero en fin, el choque ideológico llega cuando uno menos lo espera), algo como ésto: "¡¡¡Ayyyy no!!! ¡Eso no estaría bien! ¡Éso sería una negligencia médica!"...

(Por cierto: sí, sí se han dado casos, en Estados Unidos se dan todo el tiempo, vean el caso número 6 y el número 10 de ése link... ¡23,000 dólares de demanda!).


Claro, sería negligencia médica. Pero les tengo una mala noticia. Hacer, por ganar dinero, la voluntad de unos padres necios o ignorantes o malinformados, que creen que su hijo necesita una amputación genital porque sí, y ya, o porque así es como se nos antoja que va a quedar limpio y bonito, también es un gran pedazo de negligencia médica. También debería serlo.


Aquí viene la pregunta del millón.

¿¿Y éso qué diferencia le hace al niño??

¿Al niño qué más le da quién haya sido la persona que tomó la decisión? ¿Qué más da si fue su mamá, su papá, un doctor, un mohel de barba y trencitas, un sacerdote, o una mujer del desierto que pastorea cabras y empuña un cuchillo? ¿O un ritualista salvaje mutilador de niños africanos? ¿A él qué diferencia le hace?...
Para el niño, el resultado es el mismo. El resultado es que tuvo que aguantar una mutilación genital dolorosa, muy posiblemente innecesaria, y no consentida por él, por el dueño del cuerpo.

¿Qué?... ¿Cuál va a ser la diferencia cuando crezca?... Que en vez de escuchar a sus papás decir algo como "Claro m´ijo, así está más limpio, más bonito y más saludable", los va a escuchar decir "Ni cuenta nos dimos a qué horas te la hizo el doctor, no nos pidió permiso".

Ésa es la diferencia.
O sea, ninguna, porque su cuerpo sufrió lo mismo.


Ésta es una gran imagen, y la frase es muy poderosa. La traducción al español no es fácil, por ser una expresión coloquial en inglés, que quiere decir algo como: "Lo que es bueno para uno, es bueno para el otro, y para el otro también... Una niña tampoco lo recordaría. Cuestiona la circuncisión".


Papá, mamá: asumir que tu hijo, al crecer, va a tener una opinión idéntica a la tuya con respecto a la amputación genital, con respecto a su cuerpo y a la necesidad de cortarle un trozo de los genitales, es por lo menos peligroso. Es gratuito y está excedido de una confianza temeraria. ¿Por qué?... Porque es su cuerpo. Es su derecho. Ningún padre debería tener que tomar ninguna decisión, porque ésto ni siquiera lo debería poder decidir un padre. La inmensa mayoría de las circuncisiones que se hacen en nuestro país, en otros países y en el mundo, no son necesarias. Aunque el doctor diga que lo eran. Claro, que para él es "necesaria" cualquier cosa que le infle los bolsillos y le inyecte la cartera, (a ése paso, las mujeres también vamos a "necesitar circuncisiones" cada vez que nos dé una infección. Que hay crisis económica, caray). Y dado que no son necesarias, son un pisoteo al derecho del niño de conservar su cuerpo íntegro.




Doctor: ¡¡tu paciente es el niño!! ¡No su padre ni su madre ni mucho menos sus caprichitos estéticos y sociales!... Es el bien del niño el que debería ser prioridad.

Y el niño, a menos que tenga un problema gravísimo y fuertísimo y rarísimo (ver éste otro Post), no necesita ni quiere una circuncisión. La prueba es que muy pocos hombres eligen por su propia cuenta circuncidarse cuando son adultos (los hombres que han sido engañados para creer que "necesitan una" por algún motivo "de salud", son otro boleto).

Pensemos ésto. El niño, casi con toda seguridad, no elegirá una circuncisión para sí mismo. De que hay casos, los hay, pero son bastante escasos. Y hay una razón para éso. Duh.

4 comments:

  1. Excelente !! lastima que a los padres de familia, los buenos argumentos como los que has expuesto, como se dice vulgarmente: les entran x un oido y les salen x el otro. No les importa para nada ! y se aferran a sus ideas equivocadas. Su mente la mantienen cerrada, y la cartera de los ''medicos'' muy abierta.

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  2. Súper buen post :)

    Un poco largo, pero muy muy bueno. ¡Un beso!

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  3. Gracias Greta!!!

    El que sigue (o sea, cronológicamente más bien el anterior), es mucho MUCHO más largo... Ya éste se me hizo cortito en comparación jajaja saludos!

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  4. Ahhh sí, los genitales de un NIÑO son propiedad de sus padres, los genitales de una NIÑA en cambio son sagrados e intocables (excepto en África).

    ¿Qué pasó con todo el discurso de la igualdad de los sexos?

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